Tuvo
el honor de celebrar la victoria de Stéphane Peterhansel el año pasado
en la Plaza de Armas de Lima. Sin embargo, este miércoles el reencuentro
del presidente peruano en la zona técnica con el diez veces campeón de
la prueba ha tenido un sabor totalmente distinto, en la medida en que
Perú acoge por primera vez la salida de la prueba. Bajo los vítores de
“¡Arriba Perú!” dirigidos a los pilotos peruanos, el jefe de Estado
cortaba la cinta rojiblanca del Village Dakar 2013, inaugurando así
oficialmente la prueba en compañía de los pilotos nacionales. “Espero
que los pilotos peruanos puedan demostrar su competitividad, saber hacer
y velocidad”. Ollanta Humbala ha destacado, como no podía ser de otra
forma, el honor que supone para el país acoger siete jornadas de la
prueba, y ha querido ir más allá manifestando que “(su) país lo tiene
todo para mostrar al mundo la variedad de sus terrenos, como el
continente africano”. Tras subrayar las repercusiones económicas de la
prueba, el presidente, prendado de la competición de coches, ha tomado
asiento en varios habitáculos, entre ellos el de los equipos
López-Young- (n°394) y Ferrand-Ferrand (n°357), así como el Mini de
Peterhansel. Parece que al presidente peruano también le gusta el aroma a
victoria...
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